GLOSARIO
Revolución neolítica: se entiende por revolución neolítica un importante cambio por el cual, tras millones de años de caza, pesca y recolección; la humanidad comenzó a practicar actividades agropecuarias. Sus comienzos pueden rastrearse hace unos diez mil años. La agricultura y la ganadería serán las principales fuentes de riqueza hasta que a partir del siglo XVIII en algunos países la industria pase a ser la actividad fundamental.
Sistema doméstico: los trabajadores, en muchos casos campesinos que se dedicaban a estas actividades textiles durante los meses en los que escasean las labores agrarias, recibían las materias primas de un intermediario, trabajaban en su casa (donde no era muy complicado tener una rueca para hilar o un telar donde tejer) y devolvían los artículos manufacturados al intermediario que les pagaba por el trabajo realizado.
Estamentos: grupo social típico del Antiguo Régimen basado en las diferencias jurídicas, lo que comportaba una enorme desigualdad social entre los miembros de los distintos grupos o estamentos. Tradicionalmente se distinguías tres estamentos: la nobleza, el clero ("privilegiados") y el tercer estado (el pueblo). Los estamentos privilegiados eran muy cerrados, y estaba claro que se pertenecía a ellos por herencia (la nobleza hereditaria). El gobierno, los cargos judiciales, los mandos del ejército y los altos cargos eclesiásticos estaban generalmente reservados a quienes pertenecían a la nobleza. El estamento es, por tanto, característico de una sociedad cuyo rasgo fundamental es la desigualdad ante la ley.
Monarquía liberal: sistema político que, a diferencia de la monarquía absoluta en la cual el rey dispone de todos los poderes y ningún organismo limita su autoridad, los poderes del monarca se ven recortados por la existencia de un Parlamento elegido por votación y por la publicación de una Constitución cuyas disposiciones legales se encuentran por encima de los poderes reales. Las revoluciones sucedidas en Gran Bretaña en el siglo XVII, la sucedida en Francia en 1789 y las que se darán en otros países europeos en los siglos XIX y XX instalarán en buena parte de Europa este sistema de gobierno.
Factory System: con el desarrollo de máquinas cada vez más complejas, grandes, costosas y necesitadas de fuentes de energía masivas como corrientes de agua o, posteriormente, la máquina de vapor comenzó el principio del fin del Sistema Doméstico. Para rentabilizar esas máquinas resultaba más barato concentrar bajo un mismo techo (la fábrica) a muchos obreros. Comienza la época de las grandes factorías que, con sus chimeneas humeantes y sus masas de obreros trabajando simbolizan la industrialización. Crece la importancia del empresario, el dueño del capital que aumenta su control sobre la producción, sobre las jornadas y ritmos de trabajo, las técnicas utilizadas, las inversiones...
Crisis de subsistencia: desequilibrio económico periódico que sacudía a las poblaciones a causa de la irregularidad de las cosechas. Cuando se producía una mala cosecha inmediatamente se iniciaba una sucesión de acontecimientos: escasez de alimentos, subida de precios y hambre. La consecuencia final era un aumento espectacular de la mortalidad que en unos pocos meses podía terminar con el crecimiento de la población de varios años. Estas crisis son características de la época preindustrial.
Liberalismo económico: teoría económica cuyo presupuesto fundamental es que la libertad a la hora de producir e intercambiar bienes es la base del desarrollo económico. El liberalismo económico tal como lo definió Adam Smith en su obra La Riqueza de las Naciones (1776) considera inconveniente cualquier intervención del Estado en asuntos económicos. Es la teoría del "laissez-faire": los gobiernos no deben intervenir ni para regular la labor de los empresarios, ni fijar aranceles para el comercio exterior, ni regular las relaciones entre obreros y empresarios... Es una teoría que cree en la bondad del individualismo: todo hombre que trata de satisfacer sus deseos de riqueza, si es dejado en completa libertad por parte del estado en esta tarea, acaba por contribuir al provecho de toda la sociedad. Es la "mano invisible" del mercado la que conduce a la más correcta utilización de nuestros recursos materiales para conseguir el máximo bienestar social.
Rotación de cultivos: técnica agrícola que se basa en la alternancia entre los cultivos plantados de un año a otro como medio de conservación del suelo. Normalmente conllevaba que una parte de la tierra se dejaba en descanso (barbecho). En el siglo XVIII se ensaya con rotaciones de cultivos que permiten un aprovechamiento intensivo: donde antes se dejaban tierras en barbecho ahora se siembran leguminosas, que aportan nitrógeno a la tierra que en años posteriores se sembrará de cereal. Algunos de estos cultivos en rotación no producen para el consumo humano directo (como la alfalfa o los nabos), pero sirven para incrementar la producción ganadera: la carne, la leche o la mantequilla serán pronto asequibles para el conjunto de la población.
Revolución Demográfica: se entiende por revolución demográfica el enorme cambio sufrido por la humanidad desde el siglo XVIII, cuando tras miles de años de un crecimiento muy lento, inferior al 0,1 % anual y sometido además a constantes retrocesos (guerras, epidemias, catástrofes...), la población humana empezó a crecer a ritmos hasta veinte veces más rápido que lo había hecho hasta entonces y, además, de una forma sostenida. Los progresos en el conocimiento científico, la agricultura, la industria y la medicina, entre otros factores hicieron posible ese crecimiento que llevó a la población mundial a pasar de poco más de 500 millones en el año 1700, a 2500 millones en 1950. En apenas tres siglos la población del mundo se quintuplicó.
La spinning jenny, máquina de hilar que permite el manejo de varios husos, lo que multiplica la capacidad de hilado del trabajador. Es un invento del inglés James Hargreaves, quien la patentó en 1764. Sigue siendo una máquina que utiliza la energía humana pero mucho más productivamente: antes el trabajador movía la rueda para accionar un sólo huso. Ahora con el mismo esfuerzo el hilo se va enrollando en numerosos husos que pueden apreciarse en la parte inferior de la ilustración.
La water frame debe ser considerada como un invento que supone un enorme salto cualitativo. Hasta entonces las máquinas de hilar (como la spinning jenny) se limitaban a ser una versión mejorada de los antiguos tornos de hilar: necesitaban la fuerza humana como energía y la presencia de un trabajador muy especializado. Arkwright consideró la utilización de caballos para mover su máquina hasta que en 1771 se decidió por crear una factoría en Cromford aprovechando la corriente del río. Una gran fábrica llena de máquinas hiladoras movidas por energía hidráulica que requerían mano de obra no muy especializada: un sistema que se extenderá por toda la geografía británica y que se utilizará en otras actividades textiles y pronto en otros sectores manufactureros. Es por tanto, la invención de una maquinaria que precisa enormes cantidades de energía la que llevará a la industria a concentrarse en grandes fábricas (factory system).
Barbecho: se trata de una antigua práctica agraria que consistía en dejar una parte de las tierras de labor sin cultivar. El campesino dividía su propiedad en varias hojas e iba rotando en ellas los cultivos y el trozo que se dejaba sin sembrar ("en barbecho"). Es típico de una agricultura poco productiva y que no disponía ni de abonos orgánicos por la escasa cantidad de ganado disponible ni de fertilizantes de otro tipo. En tierras profundas y fértiles la tierra solía estar un año en descanso, en tierras menos fértiles el barbecho podía durar dos o más años en la rotación. Su eliminación con la utilización masiva de abonos es uno de los rasgos básicos de la llamada revolución agraria.
La máquina de vapor supone el mayor logro tecnológico del siglo XVIII y es la piedra angular del desarrollo de la revolución industrial en Gran Bretaña. Ya en 1705 el inventor Thomas Newcomen patentó un modelo de máquina de vapor para bombear el agua que se infiltraba en las explotaciones mineras. Se trataba de un simple cilindro en el que se introducía vapor de agua que impulsaba el pistón hacia arriba. Después el cilindro era rociado con agua fría y la presión atmosférica impulsaba el pistón hacia abajo. El hecho de tener que enfriar y calentar el cilindro para cada movimiento hacía que la máquina de Newcomen fuese muy ineficiente y solo tuviese éxito para achicar agua en las minas de carbón donde el combustible era casi gratis. A partir de 1763 James Watt, introducirá importantísimas mejoras como añadir un condensador separado del cilindro que evitaba las enormes pérdidas de energía de la máquina de Newcomen. En los años siguientes Watt introducirá numerosas innovaciones en sus patentes destacando entre estas la adición de un cigüeñal y una rueda para conseguir un movimiento rotatorio que posibilitará su aplicación en las fábricas, el ferrocarril y la navegación en los últimos años del siglo XVIII y los primeros del XIX. A mediados del siglo XIX la potencia de trabajo instalada en forma de máquinas de vapor era ya, en Gran Bretaña, superior a la fuerza humana de todos los obreros británicos. Se había entrado de lleno en la era de la mecanización.
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